CONFIAR EN CRISTO, NUESTRO SUMO SACERDOTE ETERNO
VERSÍCULO PARA MEMORIZAR:
“El Señor ha jurado y no cambiará de parecer:
Tú eres sacerdote para siempre,
según el orden de Melquisedec”
SALMO 110: 4
COMENTARIO HISTÓRICO DE SALMOS 110
El salmo 110 es el más citado en el Nuevo Testamento debido a sus claras referencias acerca de Cristo el Mesías. Tanto los judíos como los cristianos consideran mesiánico este salmo, y esta opinión fue confirmada por Jesús cuando lo citó para probar su deidad: David mismo declara en el libro de los Salmos: “Dijo el Señor a mi Señor: ‘Siéntate a mi derecha, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies” (Sal 110:1).
El salmo desarrolla dos temas:
1) enfatiza la realeza del Mesías;
2) destaca su sacerdocio.
Cada uno empieza con una promesa divina, declara la posición de rey y sacerdote, promete su dominio, sobre los reyes de la tierra. Contrasta la devoción voluntaria de su pueblo con el derrocamiento de las naciones y muestra al propio Rey-Sacerdote, siempre nuevo con vigor que le otorga su eternidad.
MELQUISEDEC, REY Y SACERDOTE DE SALEM. El nombre de Melquisedec, tiene una connotación de misterio, pues aparece en el relato bíblico como rey y sacerdote. Se presenta bendiciendo a Abraham, quien reconoce su preeminencia como sacerdote, y le entrega los diezmos.
JESÚS: SUMO SACERDOTE SEGÚN EL ORDEN DE MELQUISEDEC. Lo más profundo de una profecía es cuando es secundado por un juramento divino: El Señor ha jurado y no cambiará de parecer: “Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec”. Por esa razón el apóstol Pablo nos motiva: “Así que acerquémonos confiadamente al trono de la gracia para recibir misericordia y hallar la gracia” (Heb 4:16).
CITA SELECTA
“Tenemos muchos motivos para confiar en Dios y para llevar todas nuestras preocupaciones y ansiedades a Cristo Jesús, de modo que podamos familiarizarnos más con Él. Presénteselos al Señor en oración, y luego deje sus perplejidades y cargas con Él. ¡Cuánto más felices seríamos si hiciéramos esto! Ud. puede dirigirse a Él como un niño se acerca a sus padres, diciendo: “Señor, he cargado con mi yo por largo tiempo como si pudiera salvarme a mí misma. Mis cargas son demasiado pesadas para seguir llevándolas. Tú puedes hacerlo por mí”.
ALZA TUS OJOS, P.178
ORACIÓN:
PADRE ETERNO, GRACIAS POR PROVEER UN SUMO SACERDOTE QUE INTERCEDE DE MANERA CONTINUA ANTE TU PRESENCIA. TE PEDIMOS QUE SU SANGRE DERRAMADA EN LA CRUZ, CUBRA TODOS NUESTROS PECADOS Y QUE SIEMPRE INTERCEDA POR NUESTRAS VIDAS. POR JESÚS, AMÉN.