DESAFÍO: COMPRENDER CÓMO PODEMOS BENDECIR A DIOS Y CÓMO DIOS NOS IMPARTE SU BENDICIÓN
VERSÍCULO PARA MEMORIZAR:
“Mirad, bendecid a Jehová,
vosotros todos los siervos de Jehová,
los que en la casa de Jehová estáis por las noches.
Desde Sion te bendiga Jehová,
el cual ha hecho los cielos y la tierra”.
SALMO 134:1, 3
COMENTARIO HISTÓRICO DE SALMOS 134
Este salmo es el último de los salmos ascensionales, que los peregrinos entonaban cuando iban llegando a la ciudad de Jerusalén. El salmo consta de sólo tres versículos, en el que expresa con alegría que se debe “bendecir al Señor” por sus proezas y como resultado, Dios bendice a los que están adorando. El salmista anima al pueblo a bendecir a Dios.
BENDECIR A JEHOVÁ. Muchas personas se interrogan cómo el ser humano puede bendecir a Dios, cuando se espera que Dios bendiga a sus criaturas. Cuando el Antiguo Testamento habla de bendecir a Dios no “designa un proceso que busca el aumento de la fuerza de Dios”, más bien es una “exclamación de gratitud y admiración”. El verbo bendecir, también significa la acción de alabar o ensalzar a Dios por sus bendiciones. Bendecimos a Dios cuando somos agradecidos y hablamos a otros acerca de sus maravillas. Bendecimos a Dios cuando le hablamos a otros acerca de Él, y cuando oramos por el prójimo.
Él NOS BENDICE. Cuando Dios bendice a una persona, se entiende que le concede su gracia, lo colma de abundancia, le reparte dones y le concede la salvación. dones, o declara que tal persona ha recibido esos dones. La bendición de Dios indica que Él estudia nuestras necesidades y las suple.
CITA SELECTA
“Las mercedes de Dios os rodean a cada momento; y os sería provechoso considerar cómo y de dónde os vienen las bendiciones cada día. Permitid que las preciosas bendiciones de Dios despierten gratitud en vosotros. No podéis enumerar las bendiciones de Dios, la constante bondad amorosa de que os hace objeto, porque son tan abundantes como las refrescantes gotas de la lluvia. Hay nubes de gracias suspendidas, listas para derramarse sobre vosotros. Si apreciarais el valioso don de la salvación, seríais sensibles a la diaria vivificación de la protección y el amor de Jesús; seríais guiados por los caminos de la paz”.
HIJOS E HIJAS DE DIOS, P. 342 (The Youth’s Instructor, 5 de enero de 1887)
OREMOS:
PADRE, TE PEDIMOS PERDÓN PORQUE OLVIDAMOS LAS BENDICIONES ABUNDANTES QUE RECIBIMOS CADA DÍA. TE BENDECIMOS PORQUE ERES UN DIOS DE AMOR Y DE MISERICORDIA. TE SUPLICAMOS QUE TUS BENDICIONES Y CUIDADOS SEAN PERMANENTES. POR JESÚS, AMÉN.