QUE LA JUSTICIA DE CRISTO, CUBRA NUESTROS PECADOS

LEAMOS HOY 13 DE ABRIL ZACARÍAS 3

VERSÍCULO PARA MEMORIZAR: “Me mostró al sumo sacerdote Josué, el cual estaba delante del ángel de Jehová, y Satanás estaba a su mano derecha para acusarle. Y dijo Jehová a Satanás: Jehová te reprenda, oh Satanás; Jehová que ha escogido a Jerusalén te reprenda. ¿No es éste un tizón arrebatado del incendio?”

ZACARÍAS 3:1,2

COMENTARIO HISTÓRICO DE ZACARÍAS 3

Esta es una visión de una corte judicial: 1) El juez es Jehová; 2) Josué, el sumo sacerdote, es el procesado. El sumo sacerdote tenía que vestir sus ropas de gala cuando entraba al lugar santísimo. Sin embargo, esta vez, en forma simbólica, está con unas ropas sucias; 3) Satanás es el acusador, que solicita sentencia de muerte; 4) El Ángel de Jehová, que cumple el trabajo de abogado defensor. Jesucristo arguye que Josué ha sido rescatado del fuego de la destrucción, por lo tanto, la justicia de Cristo se acredita en su favor y se ordena que se les cambia toda la indumentaria sucia y vil. Se lo viste con ropa limpia y santa, símbolo de la justicia imputa e impartida de Cristo, para que pueda ejercer su ministerio como sumo sacerdote de pueblo de Dios.

CITA SELECTA

“La visión de Zacarías con referencia a Josué y el Ángel se aplica con fuerza especial a la experiencia del pueblo de Dios durante las escenas finales del gran día de expiación. La iglesia remanente será puesta entonces en grave prueba y angustia… Satanás considera a los habitantes del mundo súbditos suyos; ha obtenido el dominio de muchos cristianos profesos; pero allí está ese pequeño grupo que resiste su supremacía. Si pudiese borrarlo de la tierra, su triunfo sería completo. Así como influyó en las naciones paganas para que destruyesen a Israel, pronto incitará a las potestades malignas de la tierra a destruir al pueblo de Dios. Se requerirá de los hombres que rindan obediencia a los edictos humanos en violación de la ley divina. Los que sean fieles a Dios y al deber serán amenazados, denunciados y proscriptos, traicionados por “padres, y hermanos, y parientes, y amigos”. Su única esperanza se cifrará en la misericordia de Dios; su única defensa será la oración. Como Josué intercedía delante del Ángel, la iglesia remanente, con corazón quebrantado y ardorosa fe, suplicará perdón y liberación por medio de Jesús, su Abogado”.

Maranata: el Señor Viene, 211

OREMOS

PADRE ETERNO. TE PEDIMOS PERDÓN PORQUE MUCHAS VECES, NOS HEMOS CONVERTIDO EN ACUSADORES DE NUESTROS HERMANOS Y HERMANAS, EN LUGAR DE OFRECER AMISTAD Y PERDÓN. TE SUPLICAMOS QUE LA SANGRE DE CRISTO CUBRA TODOS NUESTROS PECADOS. POR JESÚS, AMÉN.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio