DESAFÍO: COMER LA CARNE Y BEBER LA SANGRE DE CRISTO

LEAMOS HOY 11 DE JULIO JUAN 6.

VERSÍCULO PARA MEMORIZAR: “El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el día final.”

JUAN 6:54

COMENTARIO HISTÓRICO DE JUAN 6.-

Juan establece los sucesos de este capítulo en la segunda fiesta de la pascua, por lo tanto, es el segundo año del ministerio de Cristo. Jesús da de comer milagrosamente a cinco mil hombres, sin contar a las mujeres y los niños. La multitud se entusiasma al pensar que Cristo puede alimentar a todo un ejército, sanar a los heridos en las batallas, y deciden coronarlo como rey para que los libere del imperio romano, pero Jesús envía a los apóstoles al otro lado del mar de Galilea y él se queda solo para orar. Cuando los apóstoles estaban llegando a la mitad del lago, Cristo los alcanzó caminado sobre las aguas. Al día siguiente, muchas personas lo siguieron para seguir disfrutado de los panes y los peces. Cristo presenta la verdad crucial para obtener la salvación: “Yo soy el pan de vida”. Este pasaje se aplica en un sentido especial a la Cena del Señor y tiene los siguientes significados: 1) Comer la carne y beber la sangre de Cristo es recibirle como Salvador personal; 2) Comer la carne y beber la sangre de Cristo es creer que perdona nuestros pecados, y que somos completos en él; 3) Un conocimiento teórico no nos beneficiará. Debemos alimentarnos de él, de tal manera que su vida llegue a ser nuestra vida”.

CITA SELECTA.-

“El declara: “El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna.” Es recibiendo la vida derramada por nosotros en la cruz del Calvario como podemos vivir la vida santa. Y esta vida la recibimos recibiendo su Palabra, haciendo aquellas cosas que él ordenó. Así llegamos a ser uno con él. “El que come mi carne come mi carne —dice él, y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él. Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí.”11 Este pasaje se aplica en un sentido especial a la santa comunión. Mientras la fe contempla el gran sacrificio de nuestro Señor, el alma asimila la vida espiritual de Cristo. Y esa alma recibirá fuerza espiritual de cada comunión. El rito forma un eslabón viviente por el cual el creyente está ligado con Cristo, y así con el Padre. En un sentido especial, forma un vínculo entre Dios y los seres humanos que dependen de él.”

(DTG 615).

ORACIÓN:

PADRE ETERNO: TE PEDIMOS PERDÓN PORQUE MUCHAS VECES TE HEMOS BUSCADO POR LOS PANES Y LOS PECES. DESEAMOS CADA DÍA COMER LA CARNE Y BEBER LA SANGRE DE TU HIJO, LO ACEPTAMOS COMO NUESTRO SALVADOR PERSONAL. POR JESÚS, AMÉN. 

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