LECCIÓN: DEPENDENCIA ABSOLUTA EN DIOS
VERSÍCULO PARA MEMORIZAR:
“En tus manos encomiendo mi espíritu; líbrame, Señor, Dios de la verdad”
SALMO 31:5
COMENTARIO HISTÓRICO DE SALMOS 31
Este salmo fue compuesto por David, cuando estaba siendo perseguido por Saúl. El salmista hace los siguientes pedidos a Dios: Que no sea confundido; líbrame; sé mi roca; guíame; sácame de la red en la que ha caído.
En el versículo cinco, David expresa la frase: EN TUS MANOS ENCOMIENDO MI ESPÍRITU, estas palabras son el resultado de su confianza absoluta en Dios. No solo debemos depositar en Dios nuestros deseos, pedidos y clamores, debemos decirle que le entregamos nuestras vidas para que Él disponga de nuestro ser, de acuerdo con sus designios.
Cuando Jesús yacía colgado en cruz, su última frase fue: “EN TUS MANOS ENCOMIENDO MI ESPÍRITU”. Algunos sostienen que Jesús usó estas palabras en la cruz, no como proféticas, sino como una expresión irrefutable de su confianza inquebrantable en Dios. Esteban, el primer mártir de la iglesia cristiana dijo: “Señor, recibe mi espíritu” (Hech 7:29). Se dice que también fueron las últimas palabras de Juan Hus, Martín Lutero, Felipe Melanchton, y de muchos otros mártires cristianos, que declaraban a Dios que sus vidas estaban en sus manos.
CITA SELECTA
“El Redentor del mundo había confiado en las evidencias que le habían fortalecido hasta allí, de que su Padre aceptaba sus labores y se complacía en su obra. En su agonía mortal, mientras entregaba su preciosa vida, tuvo que confiar por la fe solamente en Aquel a quien había obedecido con gozo. No le alentaron claros y brillantes rayos de esperanza que iluminasen a diestra y siniestra. Todo lo envolvía una lobreguez opresiva. En medio de las espantosas tinieblas que la naturaleza formó por simpatía, el Redentor apuró la misteriosa copa hasta las heces. Mientras se le denegaba hasta la brillante esperanza y confianza en el triunfo que obtendría en lo futuro, exclamó con fuerte voz: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu.” Lucas 23:46. Conocía el carácter de su Padre, su justicia, misericordia y gran amor, y sometiéndose a él se entregó en sus manos”. (JOYAS DE LOS TESTIMONIOS, TOMO 1, P.227)
ORACIÓN:
DIOS CREADOR Y SUSTENTADOR DE LA VIDA, TE PEDIMOS QUE AUMENTES NUESTRA FE PARA QUE LAS PREOCUPACIONES Y ANSIEDADES DE ESTE MUNDO NOS LLEVE A DESCONFIAR QUE NUESTRAS VIDAS ESTÁN TUS MANOS. ENTREGAMOS EN TUS MANOS NUESTRA ALMA, ESPÍRITU Y CUERPO. POR JESÚS, AMÉN.