SEAMOS RESTAURADOS PARA REFLEJAR EL ROSTRO DE DIOS
VERSÍCULO PARA MEMORIZAR:
“Restáuranos, oh, Dios Todopoderoso;
haz resplandecer tu rostro sobre nosotros, y sálvanos”
SALMO 80:7
COMENTARIO HISTÓRICO DE SALMOS 80
La mención de los nombres de José, Efraín, Benjamín y Manasés, que eran tribus del Reino del Norte, sugiere que el salmo fue escrito cerca del final del Reino del Norte, poco antes de 722 a. C. El salmista repite al final de las tres estrofas la frase: “Restáuranos, oh, Dios Todopoderoso; haz resplandecer tu rostro sobre nosotros, y sálvanos”.
Analicemos dos pedidos:
1) RESTÁURANOS. El pedido clamoroso, es que Dios pueda restituir a la raza humana al modelo de la creación: “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra” (Génesis 1:26-28);
2) QUE TU ROSTRO SE RESPLANDEZCA EN NOSOTROS. Aceptemos para este nuevo día de vida, el desafío de reflejar el rostro de Dios a través de nuestras acciones:
-Demostrar amor incondicional a todos los miembros de la familia;
-saludar afectuosamente a las personas diciendo: “que Dios le otorgue un buen día”;
-predisponer nuestro espíritu para colaborar a cualquier persona que necesita ayuda;
-orar por alguna persona que está atravesando dificultades;
-testificar de la obra que Dios está haciendo al restaurarnos;
-sonreír, es la mejor medicina que podemos utilizar para nosotros y para los que nos rodean.
CITA SELECTA
“Al principio, el hombre fue creado a la semejanza de Dios, no solo en carácter, sino también en lo que se refiere a la forma y a la fisonomía. El pecado borró e hizo desaparecer casi por completo la imagen divina; pero Cristo vino a restaurar lo que se había malogrado. Él transformará nuestros cuerpos viles y los hará semejantes a la imagen de su cuerpo glorioso. La forma mortal y corruptible, desprovista de gracia, manchada en otro tiempo por el pecado, se vuelve perfecta, hermosa e inmortal. Todas las imperfecciones y deformidades quedan en la tumba”.
EL CONFLICTO DE LOS SIGLOS, P. 103
ORACIÓN:
INVOCAMOS TU SANTO NOMBRE, PARA QUE PUEDAS RESTAURAR TU IMAGEN EN NUESTRAS VIDAS. TE SUPLICAMOS QUE LA GLORIA DE TU ROSTRO PUEDA REFLEJARSE EN LAS ACCIONES QUE CADA DÍA REALICEMOS EN BENEFICIO DE NUESTRO PRÓJIMO. POR JESÚS, AMÉN.