¿NUESTRO CUERPO ES TEMPLO DEL ESPÍRITU SANTO?

LEAMOS HOY 11 DE SEPTIEMBRE 1 CORINTIOS 3.

VERSÍCULO PARA MEMORIZAR: “¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es.” (Vers. 16, 17). 

COMENTARIO HISTÓRICO DE 1 CORINTIOS 3.-

Pablo a abordar el primer problema que tenían los miembros de la iglesia de Corinto: Como fruto de la inmadurez y carnalidad, afloraban divisiones, que los llevaban a discusiones y peleas, similares a las que tienen los niños. Los cristianos inmaduros son “carnales”, controlados por sus propios deseos, mientras que los cristianos “maduros”, obedecen los deseos de Dios. Pablo desafía de los corintios, para que, en lugar de sembrar divisiones, sean colaboradores de Dios en la construcción de estructura de la iglesia, tomando como base fundamental a Cristo mismo. Concluye esta primera amonestación, pidiendo a los creyentes que sus cuerpos sean templos del Espíritu Santo. “Cada nervio y músculo, cada facultad mental y física debe ser guardada pura. Dios quiere que el cuerpo sea un templo para su Espíritu”.

CITA SELECTA.-

“¿No sabéis—pregunta Pablo—que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es”. El hombre es la hechura de Dios, su obra maestra, creado para un alto y santo propósito; y en cada parte del tabernáculo humano Dios desea escribir su ley. Dios quiere que el cuerpo sea un templo para su Espíritu… Cuántos hay que, bendecidos con razón e inteligencia, talentos que deberían ser usados para la gloria de Dios, voluntariamente degradan el alma y el cuerpo. Sus vidas son una continua ronda de excitación. Partidos de cricket y fútbol, y carreras de caballos absorben la atención. La maldición del licor, con su mundo de pesar, está profanando el templo de Dios… Por el uso de la bebida y el tabaco los hombres están envileciendo la vida que se les ha dado para altos y santos propósitos. Sus prácticas están representadas por maderas, heno y rastrojo. Sus poderes dados por Dios están pervertidos, y sus sentidos degradados para satisfacer los deseos de la mente carnal.”

(Te. 125).

OREMOS:

DIOS NUESTRO Y PADRE ETERNO. TE PEDIMOS PERDÓN POR PROFANAR NUESTROS CUERPOS QUE SON EL TEMPLO DEL ESPÍRITU SANTO. TE SUPLICAMOS QUE TU ESPÍRITU SANTO, NOS HABLE A NUESTRO ENTENDIMIENTO PARA DEJAR DE VER, LEER, Y OÍR LO QUE PROFANA NUESTRO TEMPLO. POR JESÚS, AMÉN.

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